Manuel Román fundó el 12 de enero de 1835, con un capital de $37.oo, el primer establecimiento de producción farmacéutica en Colombia, laboratorio que funcionaria inicialmente con el nombre de botica Román. Se entendía por botica en el siglo XIX, al espacio donde el profesor de farmacia preparaba y expendía las medicinas. El laboratorio que por mucho tiempo funcionó en la botica, se independizaría del lugar donde se expendían los medicamentos a finales del siglo XIX y se convertiría en el reconocido Laboratorio Román, quedando la botica Román solo como espacio para almacenamiento y venta de los medicamentos.